Curioso es escuchar a los negacionistas hablar de teorías de la conspiración y escucharles decir que tienen más de 7 mil horas de investigación, como si fuesen los únicos que investigan y los demás sólo fuésemos tontitos que siguen la información oficial y que somos borregos del sistema y ellos son los que tienen la verdad absoluta de todas las cosas, mientras te llaman a rezar diciendo que la religión es cómplice del sistema y que los que nos basamos en los dogmas de fe que nos marca la Iglesia Católica fuésemos los responsables de todos los males, recordándome las guerras de religión que organizaron los protestantes luteranos contra la religión del Sacro Imperio Románico Germánico de su majestad Carlos I de Esoaña y V de Alemania y que en los Paises Bajos tuvieron su máxima expresión con la persecución y asesinato de los católicos que no se convertían al protestantismo y de las cuales todavía queda en la letra del himno holandés las lindezas que nos dedicaban los seguidores de Orange a todos los españoles y que desató la hispanofobia que estos negacionistas utilizan para atacar a todos aquellos que no estamos con sus tesis absurdas y psicópatas.
Pues bien, yo llevo investigadas más de 10 mil horas sobre lo que esta pasando y para poco apoco crearme una composición de lugar y tratar de formarme así una opinión sin necesidad de negar la existencia de un virus que sólo en España se ha llevado la friolera de 134 mil personas y que dejaron imágenes para el recuerdo de aquel chaval que encaramado a la ventana donde estaba su madre afectada por el virus trataba de hacerle compañía para que no se sintiera sola en sus momentos mas duros.
En fin, que no hace falta no creer en el virus para creer en teorías de conspiración e investigando todas las vías, hasta las negacionistas, llegar a averiguar qué desde el año 1953 se lleva investigando en un nuevo tipo de guerra en la que no hace falta utilizar ningún tipo de bala contra el enemigo, como así pasó en el ataque con microondas que los rusos utilizaron contra la embajada americana en Moscú y que duró más de dos décadas o la misma tecnología sónica que utilizaron los chinos en el Himalaya para hacer huir a sus enemigos indios de la zona en conflicto o la guerra sonica con ondas de microondas que se utilizaron en la guerra de Irak, en 2003, en donde consiguieron que las tropas de Sadam Hussein se rindieran ante la llegada de los soldados estadounidenses sin oponer resistencia.
Y si nos vamos más cerca, nos podemos trasladar a la Habana entre los años 2016 y 2018 para encontrar otra prueba más de esta guerra silenciosa que están llevando a cabo las grandes élites contra la humanidad.
¿Y de qué guerra silenciosa estamos hablando?, pues la que ocurrió en la embajada americana en la Habana, Cuba, y en la que los trabajadores de la embajada cayeron enfermos con unos síntomas muy variados que iban desde la pérdida de audición, vértigo, migrañas o fatiga, un patrón consistente en una leve lesión cerebral traumatica que se conoció con el nombre de 'Sindrome de la Habana'.
Y es que las grandes élites, las que controlan el mundo, esos filantropos sin alma, llevan décadas haciendo investigaciones con ultrasonidos y con microondas para generar pandemias activando virus que por lo general tienen letalidades relativamente bajas, pero que con un pequeño impulso mediante ultrasonidos pueden activar y así hacerlos con una contagiosidad elevada sin necesidad de modificar la mortandad que puedan generar para el ser humano y que así sea más fácil llevar a cabo sus planes de reducción de la población, ayudados de la implementación de una serie de vacunas que sin estar probadas y siendo suministradas a la población pueden aumentar el problema y las muertes a causa de un virus activado previamente por el método de los ultrasonidos o las ondas de microondas.
Y así llegamos al 'Proyecto Haarp', un programa de investigación activa de alta frecuencia que se supone creado para controlar el clima y llevar la guerra climatica a aquellos países que consideren peligrosos para el sistema occidental y que desde 2018 ya utiliza China para llevar a cabo ciertos experimentos de dudosa legalidad, entre ellos la activación de cepas víricas para llevar a cabo esa reducción de la población que las grandes élites llevan décadas buscando.
Y es que desde ese año 2018, China ha entrado de lleno en la carrera por controlar el clima mundial y con su sistema Haarp poder controlar pandemias, olas de frío, de calor y demás desastres climáticos, como ha pasado en España con Filomena o ahora en Texas, donde las temperaturas se han desplomado como pasó en España. Curioso es comprobar que Texas fue uno de los estados rebeldes que inició esa investigación del fraude en las elecciones del 3 de Noviembre de 2020 y que terminaron con Biden en la Casa Blanca, al igual que es curioso comprobar como el Sars-Cov2 ya llevaba campando a sus anchas por el mundo desde Marzo de 2019, fecha en la que se detecto en las aguas fecales de Cataluña como un virus inerte y sin ser potencialmente peligroso para el ser humano y como unos pocos meses después y tras la guerra comercial entre China y EEUU fue activado por el sistema Haarp chino para hacerlo letal y dejarlo escapar del laboratorio de Wuhan en donde se estaba investigando con él para transformarlo en que es hoy, con sus diversas variantes, que no son más que actualizaciones de un virus activado artificialmente y que se puede modificar a través del sistema que lo activo y del que ya estaban investigando en su posible vacuna, de ARN mensajero por si era declarado como pandemia en este momento crucial de nuestra historia con esa agenda 2030 en nuestro futuro mas próximo.
En fin, que todas las investigaciones están abiertas, pero que las grandes élites necesitaban de un golpe de efecto era algo sabido y ese golpe de efecto era una guerra bacteriologica y para eso necesitaban un agente patógeno que no levantara sospechas, un agente ya existente y con el que llevaban investigando desde la década de los 70 y modificándolo a su antojo, cogiendo partes de aquí y de allá de otros virus como el VIH para conseguir un arma casi perfecta para que una vez liberada empezasen con su plan de llevar al mundo a tener una media de 500 millones de personas y haciendo desaparecer a 7.300 millones que no entran en sus planes, para ello necesitaban del Club Bilderberg, de fundaciones como la de Soros, Gates o Rockefeller, de las Big Tech, con Zuckerberg a la cabeza, del Foro de Davos, de la tecnología en materia de virus, ondas sonicas y microondas que posee China y sobretodo de gobiernos dispuestos a vender la soberanía de sus naciones para llevar a buen puerto estos planes que llevan pergeñando desde 1953, año en el que Rusia ataco la embajada estadounidense en Moscú durante décadas con microondas y que fue la primera prueba contra las personas que se llevo a cabo y del que hemos llegado al nivel 2.0 en el que entran la activación de virus y de la emergencia climática, con esas borrascas de frío y nieve que ya este año 2021 nos están atacando en el hemisferio norte.
Y esto no ha hecho más que empezar y yo seguiré investigando.
Continuará.
